La administración de lotería número 1 de Villaviciosa, ubicada en la calle Valle Ballina y Fernández, repartió ayer 9 millones de euros del primer premio del sorteo ordinario de la Lotería Nacional. El matrimonio formado por José Gil Rubio y Belinda Marqués (ambos de Villaviciosa) es el titular de este negocio, que vendió la serie entera -esto es, cien décimos- del 87620, agraciado con el primer premio. A cada billete le corresponden 60.030 euros, pero hay uno, el que tiene la fracción tercera y la serie cuarta, al que le tocan 3 millones de euros. Aún sin poder creérselo, Belinda Marqués explicaba ayer que «todos los décimos se vendieron en ventanilla. En esta ocasión, no fueron a parar a grupos o bares. Incluso esta misma mañana (por la de ayer) hemos vendido alguno». «El premio está bastante repartido», añadía Gil, quien indicó que, aunque puede haber afortunados de concejos vecinos, la suerte ha ido a parar, fundamentalmente «a los vecinos de Villaviciosa». Nada más conocer la noticia, la pareja, feliz, decidió celebrarlo con sidra El Gaitero y el teléfono empezó a sonar insistentemente. Muchos de los agraciados quisieron ponerse en contacto con la administración para comprobar que, realmente, les había tocado. «¿Pero esto ocurre de verdad?», preguntaban emocionados.
De entre todas las llamadas, destaca la que hizo el más afortunado: el hombre que tiene el billete premiado con 3 millones. «Nadie da identidades -aclara Gil-. También nosotros somos muy respetuosos, pero lo que puedo decir es que no se lo podía creer. Preguntaba a menudo por el número», y según Belinda, «el teléfono se le cortaba varias veces».
Una de las que sí se acercaron a la administración fue Maricela Díaz Gato. Lo hizo por la tarde, aunque casualmente ayer por la mañana pasó por la administración para comprobar el resultado del Euromillón, y no supo nada entonces. «Ha sido ahora -explicaba a primera hora de la tarde- cuando me he enterado. Iba a la peluquería y la chica de la papelería me ha contado que tocó la lotería». Al comprobar que su décimo estaba premiado con 60.030 euros, se puso muy nerviosa. «Jamás imaginé que me fuera a tocar un premio así». El billete lo compró la semana pasada y eligió el 87620 por la terminación: «El 20 de octubre es el cumpleaños de mi hija y el Día de la Cultura en Cuba». Descendiente de españoles -su abuela era de Infiesto-, y con nacionalidad cubana y española, Maricela lleva tan solo un mes en Villaviciosa, donde cuida a una señora y está interna. «El dinero lo destinaré a mi familia. Tengo una hija en Cuba con una nieta, y otra en Estados Unidos, a la que no veo desde hace cinco años. También hay que pagar cosillas, porque me quedó una paga de viudedad de 455 euros y con eso no vive nadie. Por eso, empecé a trabajar».
La estrella fugaz
Aunque los propietarios no guardaron para ellos el 87620 y la suerte les ha sido esquiva, este premio supone una doble alegría para la pareja. En primer lugar, por el dinero que han repartido. En este sentido, Belinda no ocultaba su deseo de «ver la cara de los premiados». «El dinero -añadía- hace mucha falta, porque hay gente que vive situaciones muy difíciles». Por eso, aseguraron compartir la alegría de sus vecinos: «Nos sentimos como si nos hubiese tocado a nosotros». El segundo motivo para sentirse contentos es que José Gil Rubio y Belinda Marqués son titulares del negocio desde «hace exactamente un mes y veinte días», por lo que nunca pensaron que la diosa fortuna se acordaría tan pronto de ellos.
No obstante, alguien les avisó de que la suerte estaba de su parte. Fue la bruja del Puntal. Hace unos días, ésta le dijo a Gil que iban a «dar un premio pronto y también en Navidad». Gil, que no cree demasiado en «estas cosas», se echó a reír: «No te rías, que ya verás cómo se confirma», le dijo. El titular de la administración siguió dando un paseo, sonriente, pero aún pensando en la bruja. «De repente, vi aparecer una estrella fugaz», cuenta Gil. «Después, me dijeron que cuando ves pasar una estrella fugaz y piensas un deseo, se cumple». Por eso, ayer, nada más conocer la noticia, la llamó para «darle las gracias» y pronosticarles «tan buenos augurios».
EL COMERCIO
Elena Rodríguez | Villaviciosa
